Conmemoran este mes los 10 años de la primera boda gay del mundo


                            Hace diez años, quien fuera alcalde de Amsterdam, Job Cohen, entraba en los libros de historia al celebrar la primera boda homosexual del mundo.

El 31 de marzo de 2001 decidían unir sus destinos tres parejas masculinas y una femenina: sentaban así un precedente mundial, seguido -hasta la fecha- por otros diez países del globo, entre ellos España, Sudáfrica, Canadá y Argentina.

A pesar de que desde esta semana han comenzado las celebraciones en toda Holanda, diez años después de ese hito de los derechos civiles, no todo es color de rosa, según alerta la organización internacional de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW).

“Aunque el derecho a casarse puede considerarse como un último paso para acabar con la discriminación por orientación sexual, la legalización de las bodas de personas del mismo sexo no acaba con la discriminación, ni por parte de las autoridades ni por parte de la gente corriente”, asegura Boris Dittrich, director de la división de HRW para el programa de promoción de los derechos de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales.

Según un estudio realizado por HRW, en los diez países donde es legal el matrimonio de personas del mismo sexo, uno de los combates principales que todavía deben librar gays y lesbianas es “acabar con la violencia y las agresiones” contra este tipo de parejas “que se salen del esquema clásico heterosexual”.